"En el interior de una oficina desgastada y desordenada, iluminada por luces frías de techo, el ambiente se siente tenso y sombrío. La habitación tiene estantes llenos de documentos y un escritorio viejo cubierto de papeles desordenados.
Sentada detrás del escritorio, una señora de 40 años, con expresión seria y lentes sobre la nariz, observa con atención a Joven 1, quien está frente a ella. Él viste un uniforme de preso—camisa azul y pantalón gris—y su rostro refleja tristeza y resignación mientras firma un documento. Sus manos y piernas están esposadas, limitando sus movimientos.
Detrás de él, un oficial de policía de pie lo vigila con una postura rígida y mirada impasible. La escena transmite un aire de formalidad y desesperanza, con la sensación de que el joven está firmando algo que definirá su destino.
El ambiente sombrío y la luz tenue proyectan sombras sobre los personajes, resaltando la dureza del momento y el peso de la decisión que se está tomando en esa habitación