La imagen muestra una escena impresionante y pintoresca en la que destaca una iglesia amarilla, ubicada en la cima de una colina cubierta de vegetación. La iglesia, con su arquitectura barroca y cúpulas, resalta como el punto focal del paisaje. En el fondo, se eleva el majestuoso volcán Popocatépetl, con una leve emisión de humo desde su cráter, añadiendo un elemento dramático y natural a la composición.
La colina está rodeada por una ciudad que se extiende en todas direcciones, con edificios blancos y calles ordenadas, mostrando un contraste entre la naturaleza y el entorno urbano. La iluminación cálida del sol crea sombras suaves, aportando profundidad a la imagen y resaltando los detalles del terreno y la arquitectura. El cielo es claro, con tonalidades azules y algunas nubes dispersas, complementando la atmósfera tranquila pero poderosa de la escena